miércoles, 19 de junio de 2019

LA ESENCIA DEL CAOS- Ciencia para poetas

     Resulta curiosa la fama de desorden que rodea a la Poética, la cabeza del poeta, aparte de despeinada, está por lo general desordenada. Sin embargo, la Poesía guarda una estrecha relación con las ciencias a pesar de las apariencias (perdón por el ripio. No puedo evitarlo).

 La poesía tradicional se compone de dos elementos fundamentales: Rima y Ritmo. La Rima es la sonoridad de las palabras por asonancia o consonancia (decíamos en el colegio: riman en consonancia los pares, quedan sueltos los impares refiriéndonos a los versos), la musicalidad de la rima viene dada por la repetición de sonidos: la Música, de clara y meridiana relación con la Matemática y, por otro lado, el Ritmo, que viene dado por la Métrica, que es pura matemática igualmente, el arte mayor y el arte menor deben hacer coincidir en número a las sílabas que componen cada verso de tal forma que se cree armonía vocal. La Armonía es Ciencia y Viceversa (¿?)

     El Universo, -la Física- según nos demuestran (o intentan) los científicos, está  armónica y estrictamente ordenado y existe una lógica e infinita relación causa-efecto que lo abarca Todo.

     Pero afortunadamente, no siempre es así y la Armonía, como vamos a mostrar ahora mismo, contiene deliciosamente al CAOS en su interior. Contemplad la luz de su rostro



   

miércoles, 12 de junio de 2019

EL VIEJO LIBRO DE AUTOAYUDA.....(o de cualquier otra cosa)

     No hablo de aquellos famosos y precursores libros de Dale Carnegie que se anunciaban en las viejas "Selecciones del Reader's Digest" de los años setenta entre excelentes artículos de los asuntos  más variados. 

     No hablo de la marabunta temática que nos invade en nuestros días ( "De la felicidad y cómo conseguirla", "De la frustración y cómo evitarla", "Diez maneras de conseguir el éxito", "Las veintisiete formas de parecer gracioso", etc etc etc.). Nada ha evolucionado al respecto, el curandero y el charlatán se reproducen contínuamente, (lo mismo que el ingenuo) y jamás se van a extinguir.

Sin embargo, en nuestra atropellada  búsqueda de la felicidad no hemos caído en que el verdadero camino hacia ella no lo halla el que la busca a perpetuidad y de una manera definitiva, sino el que la consigue a pequeños ratos. 

No es el tema del viejo libro (las instrucciones para ser felíz), sino el viejo libro de cualquier tema en sí el que nos procura ese dichoso instante que deberemos ir acumulando a otros conseguidos de muchas maneras.

¿Qué os parecen estas?:
"El quid de la cuestión está en lo que denominan como "rutinas de felicidad"; buscar tiempo cada día para hacer cosas tan sencillas como leer un libro, escuchar una canción, hablar con un amigo, dar un abrazo o decir a alguien que lo aprecias, son acciones básicas al alcance de todos y que pueden salvar un mal día, pueden equilibrarlo.


Tomarse un tiempo cada día para uno mismo o para uno mismo con los demás, no nos va a convertir en personas felices de la noche a la mañana pero sí, si llegamos a convertirlo en un hábito o en algo rutinario."