sábado, 16 de marzo de 2019

SINGLADURA EN UN FRAGMENTO DE CONVERSACIÓN (El Barco en la Botella)

      Ella me hablada del Mar.
De los usos  y costumbres que distinguen a quienes se someten a los derroteros de su ley milenaria. Hablaba desprendiendo una suave deriva y una luminosidad de caleta mediterránea azul turquesa, cruda y refrescante, como quien se come una ostra recién arrancada de un arrecife

      Yo tomaba un trago de vino negro, de los que te dejan los dientes untados de escorbuto; Y por un breve instante, me trasladé pensando en los versos añorantes de Alvaro de Campos(*)

"A manhã de Verão está, ainda assim, um pouco fresca..
...Na minha imaginação ele está já perto  e é visível. 
Em toda a extensão das linhas das suas vigias. 
E treme em mim tudo, toda a carne e toda a pele.

 Por causa daquela criatura que nunca chega em nenhum barco.

Os navios que entram a barra,
Os navios que saem dos portos,
Os navios que passam ao longe..."

       Ella me hablaba del Mar.
Y de la sal adherida por el Sol a su cuerpo de bronce iluminado, resplandeciente.
Yo soltaba resignado el tenedor en el plato y, cerrando los ojos, para poder ver,  regresaba al Mar:

"Todos os mares, todos os estreitos, todas as baías, todos os golfos.
Queria apertá-los ao peito, senti-los bem e morrer!"








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